En la porción de Escrituras de hoy tenemos
las enseñanzas del profeta Abinadí. Este profeta fue enviado
por el Señor para amonestar al pueblo del Rey Noé en la tierra
de Lehi-Nefi (ver la Lección #17 para recordar
el tema de los viajes realizados entre Zarahemla y Lehi-Nefi por distintos
grupos de personas.) Los momentos más importantes del ministerio
de Abinadí se podrían resumir de esta manera:
1. Abinadí llama
a Noé y a sus sacerdotes al arrepentimiento, les exhorta a guardar
los mandamientos y les enseña acerca de la Expiación.
2.
Abinadí cita a Isaías, testifica de la Expiación y
exhorta a los sacerdotes de Noé a enseñar al pueblo que la
redención se recibe por medio de Cristo.
3. Abinadí sella su testimonio
del Salvador con su vida.
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Como simplemente no podemos analizar con detalle cada una de
las enseñanzas presentadas, voy a darles una guía que me
parece muy interesante. Si nos ubicamos en el tiempo, Abinadí predicó
antes que el Rey Benjamín. Es sorprendente, sin embargo, que a pesar
de la distancia y del tiempo, somos testigos de cuánto el Señor
desea instruir a sus hijos acerca del plan de salvación y del papel
central de Cristo en ese plan. Preparé un cuadro comparativo donde
podremos verificar que Abinadí enseñó básicamente
lo mismo que enseñó el ángel de Dios que visitó
años más tarde a Benjamín. No se halla exactamente
en el mismo orden, pero las similitudes son sorprendentes. Esto nos hace
meditar que Dios posee un mensaje que debemos recibir y aprender. He divido
las enseñanzas del Ángel en 25 puntos y armado una comparación
con las palabras de Abinadí. Podrán estudiarlo haciendo clic
aquí en " Enseñanzas de Abinadí y del Rey
Benjamín".

Bien. Ahora tomaremos una enseñanza en particular de Abinadí
y la analizaremos en profundidad. Se trata de una porción de las
palabras de Isaías 53 que se hallan en el libro de Mosíah.
Abinadí Enseña Sobre El Mesías:
¿Quién Declarará Su Generación?
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Mosíah 14
7 Fue oprimido y afligido,
pero no abrió su boca; fue llevado como cordero al degolladero,
y como la oveja permanece muda ante sus trasquiladores, así él
no abrió su boca.
8 De la prisión y del juicio fue quitado, y ¿quién declarará su generación?
Porque fue arrancado de la tierra de los vivientes; por las transgresiones
de mi pueblo fue herido.
9 Con los inicuos dispuso él su sepultura, y con los ricos
fue en su muerte; porque no había hecho mal, ni hubo engaño
en su boca.
10 Mas quiso el Señor quebrantarlo; le ha causado aflicción;
cuando hagas de su alma ofrenda
por el pecado, él verá su linaje, prolongará
sus días y el placer del Señor prosperará en su mano.
11 Verá el afán de su alma, y quedará satisfecho;
con su conocimiento, mi justo siervo justificará a muchos; porque
llevará las iniquidades de ellos.
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- ¿Quién Declarará La Generación
del Mesías?
- ¿Quiénes Son Los Hijos E Hijas Del
Mesías?
- Verá Su Linaje Cuando Haya Ofrecido Su
Vida En Ofrenda Por El Pecado
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Generación = simiente, descendencia,
hijos e hijas
Fue llevado como cordero al degolladero
= El Cordero de Dios, uno de los nombres que se da al Salvador y que se
refiere a la ofrenda de sí mismo como sacrificio por nosotros.
Isaías parece decir que el Mesías verá su simiente
después de haber llevado a cabo la Expiación infinita y eterna.
Más adelante en la lección volveremos sobre este tema.
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Mosíah 15
10 Y ahora os digo: ¿Quién declarará su generación?
He aquí, os digo que cuando su alma haya sido tornada en ofrenda
por el pecado, él verá su posteridad. Y ahora, ¿qué
decís vosotros? ¿Quién será su posteridad?
11 He aquí, os digo que quien ha oído las palabras
de los profetas, sí, todos los santos profetas que han profetizado
concerniente a la venida del Señor, os digo que todos aquellos que
han escuchado sus palabras y creído que el Señor redimirá
a su pueblo, y han esperado anhelosamente ese día para la remisión
de sus pecados, os digo que éstos son su posteridad, o sea, son
los herederos del reino de Dios.
12 Porque éstos son aquellos cuyos pecados él ha
tomado sobre sí; éstos son aquellos por quienes ha muerto,
para redimirlos de sus transgresiones. Y bien, ¿no son ellos su
posteridad?
13 Sí, ¿y no lo son los profetas, todo aquel que
ha abierto su boca para profetizar, que no ha caído en transgresión,
quiero decir, todos los santos profetas desde el principio del mundo? Os
digo que ellos son su posteridad.
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- Los Creyentes y Seguidores
De Los Profetas Son Los Hijos E Hijas De Cristo
- Los Santos Profetas
Desde El Principio Del Mundo Son También Los Hijos de Cristo
- Los Hijos E Hijas De
Cristo Son Redimidos Y Purificados
- Los Hijos E Hijas
De Cristo Heredan El Reino De Dios
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¡Qué
hermosas enseñanzas! Podemos recordar también lo que el Rey
Benjamín enseñó acerca de este tema. Y de paso tengamos
presente que Benjamín dejó enseñanzas de lo que debemos
hacer para retener esa remisión de los pecados recibida por medio
de Cristo, nuestro Padre del Convenio. Pueden reparsar esas enseñanzas
en la Lección 16 - "Seréis Llamados Progenie de Cristo",
Sección Gloria.
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Otros Testimonios
Sobre Ser Hijos E Hijas De Cristo
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Mosíah 5
5 Y estamos dispuestos a concertar un convenio con nuestro Dios
de hacer su voluntad y ser obedientes a sus mandamientos en todas las cosas
que él nos mande, todo el resto de nuestros días, para que
no traigamos sobre nosotros un tormento sin fin, como lo ha declarado el
ángel, para que no bebamos del cáliz de la ira de Dios.
6 Ahora bien, estas palabras eran las que de ellos deseaba el rey
Benjamín; y por lo tanto, les dijo: Habéis declarado las palabras
que yo deseaba; y el convenio que habéis hecho es un convenio justo.
7 Ahora pues, a causa del convenio que habéis hecho, seréis
llamados progenie de Cristo, hijos e hijas
de él, porque he aquí, hoy él os ha engendrado
espiritualmente; pues decís que vuestros corazones han cambiado
por medio de la fe en su nombre; por tanto, habéis nacido de él
y habéis llegado a ser sus hijos y sus hijas.
8 Y bajo este título sois librados, y no hay otro título
por medio del cual podáis ser librados. No hay otro nombre dado
por el cual venga la salvación; por tanto, quisiera que tomaseis
sobre vosotros el nombre de Cristo, todos vosotros que habéis hecho
convenio con Dios de ser obedientes hasta el fin de vuestras vidas.
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- Estamos Dispuestos
A Hacer Un Convenio De Obediencia A Las Leyes De Dios
- Somos Progenie De Cristo
Por Hacer El Convenio
- Se Realiza Un Cambio
En Nuestros Corazones Al Nacer De Nuevo Como Hijos E Hijas De Cristo
- Hacemos Convenio De
Tomar Sobre Nosotros El Nombre De Cristo
- Como Progenie De Cristo
Ponemos En Práctica La Doctrina De Cristo
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Recordemos que estas enseñanas
están dadas en el marco de la gloriosa experiencia del pueblo del
Rey Benjamín. El orden de realizar los convenios mencionados (que
se inicia con la ordenanza del bautismo) nos recuerda la ordenanza de la
Santa Cena. Esta es una ordenanza que nosotros realizamos a partir de que
fuera instituida por Jesucristo la noche en que comió la Pascua (Pesaj)
con sus Apóstoles. Esta ordenanza como hemos visto repetidas veces
reemplaza a los sacrificios por derramamiento de sangre.
GUÍA
PARA EL ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS, Santa Cena
Para los Santos de los Últimos
Días, la Santa Cena es el sacramento y la ordenanza de tomar el
pan y el agua en memoria del sacrificio expiatorio de Cristo. El pan partido
representa su cuerpo quebrantado; el agua representa la sangre que derramó
al expiar nuestros pecados (1 Cor. 11:23–25; DyC 27:2). Cuando los miembros
dignos de la Iglesia toman la Santa Cena, prometen tomar sobre sí el nombre
de Cristo, recordarle siempre y guardar sus mandamientos. Es mediante
esta ordenanza que los miembros de la Iglesia renuevan sus convenios bautismales.
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1 ESCUCHA y oye la voz de aquel que existe de eternidad en eternidad,
el Gran Yo Soy, sí, Jesucristo,
2 la luz y la vida del mundo; una luz que brilla en las tinieblas
y las tinieblas no la comprenden;
3 el mismo que vine a los míos en el meridiano de los tiempos,
pero los míos no me recibieron;
4 mas a cuantos me recibieron, les di el poder de llegar a ser
mis hijos; y en igual manera, a cuantos me recibieren, les daré
poder para llegar a ser mis hijos.
5 Y de cierto, de cierto te digo, que el que recibe mi evangelio,
me recibe a mí; y quien no recibe mi evangelio, tampoco me recibe
a mí.
6 Y éste es mi evangelio: Arrepentimiento y bautismo en
el agua, tras lo cual viene el bautismo de fuego y del Espíritu Santo,
sí, el Consolador, el cual manifiesta todas las cosas y enseña
las cosas apacibles del reino.
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- Quienes Recibieron
A Cristo Durante Su Ministerio Terrenal Recibieron Poder De Llegar A Ser
Sus Hijos
- Quienes Reciban A Cristo
En El Futuro Recibirán Poder De Llegar A Ser Sus Hijos
- Recibir el Evangelio
= Recibir A Jesucristo
- No Recibir el Evangelio
= No Recibir A Jesucristo
- Evangelio = Arrepentimiento,
Bautismo En El Agua y Bautismo de Fuego
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¡Qué impresionante
ESCUCHAR estas palabras de boca del Salvador! (Fueron dadas en 1831 por medio de Joseph Smith). En la
reunión sacramental de hoy escuchamos el testimonio de un joven
que está listo para salir a cumplir su llamamiento misional. Me
llamó la atención, entre otras cosas, que repetidas veces
agradeciera por tener la opotunidad de sentir el Espíritu Santo
con tanta fuerza en esta ocasión. Seguramente tendrá muchas
más fiestas espirituales como esta de hoy. Es es bueno poder reconocer
que somos bendecidos con las manifestaciones del Santo Espíritu.
Este joven elder describió los sentimientos de paz y gozo que podía
sentir en este momento tan especial. Espero que como hijos e hijas de Cristo
seamos bendecidos muchas veces, es más SIEMPRE, con la presencia
del Consolador en nuestras vidas, el cual manifiesta todas las cosas y
enseña las cosas apacibles del reino.
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Para finalizar quisiera volver a la
pregunta de Isaías respondida por Abinadí. Leamos estas hermosas
enseñanzas de una visión manifestada al presidente Joseph F.
Smith en Salt Lake City, Utah, el 3 de octubre de 1918. Esto sería
unos 87 años más tarde que D&C 39. Pensándolo bien
si leemos el encabezado nos daremos cuenta de que estamos en un escenario
muy parecido al del Rey Benjamím, dado que el Presidente Smith recibe
esta manifestación un día antes de participar en la Conferencia
General Semestral de la Iglesia Número 89, el 4 de octubre de 1918.
Aquí aprenderemos entre otras cosas, sobre el cumplimiento de lo profetizado
por Isaías, cuando el Mesías una vez muerto en la cruz, ve
a su linaje en el mundo de los espíritus.
D&C 138
11 Mientras meditaba
en estas cosas que están escritas, fueron abiertos los ojos de mi
entendimiento, y el Espíritu del Señor descansó sobre
mí, y vi las huestes de los muertos, pequeños así como
grandes.
12 Y se hallaba reunida en un lugar una compañía innumerable de los
espíritus de los justos, que habían sido fieles en
el testimonio de Jesús mientras vivieron en la carne,
13 y quienes habían ofrecido
un sacrificio a semejanza del gran sacrificio del Hijo de Dios,
y habían padecido tribulaciones en el nombre de su Redentor.
14 Todos éstos habían partido de la vida terrenal,
firmes en la esperanza de una gloriosa resurrección mediante la
gracia de Dios el Padre y de su Hijo Unigénito, Jesucristo.
15 Vi que estaban llenos de gozo y de alegría, y se regocijaban
juntamente porque estaba próximo el día de su liberación.
16 Se hallaban reunidos
esperando el advenimiento del Hijo de Dios al mundo de los espíritus
para declarar su redención de las ligaduras de la muerte.
17 Su polvo inerte iba a ser restaurado a su forma perfecta, cada
hueso a su hueso, y los tendones y la carne sobre ellos; el espíritu
y el cuerpo iban a ser reunidos para nunca más ser separados, a fin
de recibir una plenitud de gozo.
18 Mientras esta innumerable multitud esperaba y conversaba, regocijándose
en la hora de su liberación de las cadenas de la muerte, apareció el Hijo de Dios y declaró
libertad a los cautivos que habían sido fieles;
19 y allí les predicó el evangelio sempiterno, la
doctrina de la resurrección y la redención del género
humano de la caída, y de los pecados individuales, con la condición
de que se arrepintieran.
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D&C
20
36 Y el Señor Dios lo
ha hablado;
y honra, poder y gloria sean dados a su santo nombre, hoy y para siempre.
Amén.
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