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El Cordero
Que Fue Inmolado ¿En qué forma la expiación
de Jesucristo anula los Introducción El presidente Harold B. Lee enseñó que debemos comprender la caída del hombre a fin de comprender la expiación del Salvador, la cual anuló los efectos de la Caída e hizo posible la vida eterna. Dijo: “Cuán fundamentalmente importante... es entender la Caída, que hizo necesaria la Expiación y, por tanto, la misión del Señor Jesucristo” 1. El presidente Lee testificaba a menudo
de la misión divina del Salvador, sin el cual no podríamos
ser librados de la muerte ni del pecado. Dijo: “El hijo de Dios... tenía
poder para hacer mundos, para dirigirlos. Él vino aquí como
el Hijo Unigénito paracumplir una misión, para ser el Cordero
que fue inmolado desde el principio del mundo, para traer la salvación
a todo el género humano. Al dar Su vida, Él abrió la
puerta a la resurrección y enseñó el camino por el cual
podemos obtener la vida eterna, lo cual significa volver a la presencia del
Padre y del Hijo. Eso era lo que Jesús fue en toda Su grandiosidad”
2.
En este capítulo se tratan la caída de Adán y Eva, la expiación del Salvador que anuló los efectos de la Caída, y las responsabilidades que caen sobre nuestros hombros si hemos de recibir todas las bendiciones de la Expiación. Enseñanzas de Harold B. Lee ¿De qué forma la caída de Adán y Eva hace posible las bendiciones de la vida terrenal? Adán y Eva... ejercieron el
albedrío y por su propia voluntad participaron del fruto, del cual
se les había mandado no comer; de esa manera quedaron sujetos a la
ley de Satanás. Tras esa desobediencia, Dios estaba libre para visitarlos
con un castigo; ellos habían de aprender que Dios, además de
ser un Padre misericordioso, también es un Padre justo; y cuando quebrantaron
la ley, quedaron sujetos a la consecuencia de recibir un castigo, por lo
que fueron expulsados de aquel hermoso jardín. Les sobrevinieron todas
las vicisitudes a que han estado expuestos los mortales desde aquel entonces.
Habían de aprender que por su desobediencia recibieron el castigo
de un juicio justo. Al volverse mortales, se vieron obligados a ganar el
pan con el sudor de su rostro. ...Les sobrevinieron el dolor, la adversidad
y la muerte, pero junto con ese dolor, que hemos experimentado desde aquella
época hasta ahora, vinieron el conocimiento y el entendimiento que
nunca hubiésemos podido adquirir de otro modo... ...El cambio que la Caída produjo
en Adán y Eva también afectó a toda la naturaleza humana,
así como a todas las creaciones naturales, a toda la creación
animal y vegetal: todas las especies de vida fueron cambiadas. La tierra
misma quedó sujeta a la muerte... De qué modo ocurrió,
nadie lo puede explicar, y si alguien intentara hacerlo, ello excedería
a todo lo que el Señor nos ha dicho. Sí, se verificó
un cambio en toda la creación, la cual, hasta entonces, no había
estado sujeta a la muerte. Desde ese tiempo en adelante, todo lo de la naturaleza
cayó en un estado de gradual descomposición hasta llegar a
la muerte terrenal, después de la cual sería necesaria una
restauración en un estado resucitado... ...Uno de los mejores sermones, que
supongo es el más breve que haya pronunciado persona alguna, provino
de labios de “...De no haber sido por nuestra transgresión, nunca habríamos tenido posteridad, ni hubiéramos conocido jamás el bien y el mal, ni el gozo de nuestra redención, ni la vida eterna que Dios concede a todos los que son obedientes” [Moisés 5:11]. Por tanto, junto con Eva, regocijémonos por la Caída, la cual permitió que llegara el conocimiento del bien y del mal, que vinieran hijos a la vida terrenal, así como también el experimentar el regocijo de la redención y de la vida eterna que Dios da a todos. Y, Adán, del mismo modo, bendecido con el don del Espíritu Santo, “...bendijo a Dios en ese día y fue lleno, y empezó a profetizar concerniente a todas las familias de la tierra, diciendo: Bendito sea el nombre de Dios, pues a causa de mi transgresión se han abierto mis ojos, y tendré gozo en esta vida, y en la carne de nuevo veré a Dios” [Moisés 5:10] ... Ruego que el Señor nos dé Su entendimiento de la gran bendición que de ese modo llegó a nosotros; honremos tanto en nuestra mente como en nuestras enseñanzas el gran legado que nos dieron Adán y Eva cuando, mediante el ejercicio del albedrío, participaron del fruto que les dio las simientes de la vida terrenal y que nos dio a nosotros, sus descendientes a lo largo de las generaciones del tiempo, la gran bendición por medio de la cual también nosotros podemos experimentar el gozo de nuestra redención y en la carne ver de nuevo a Dios, y tener vida eterna 3. ¿Cómo anula la expiación del Salvador los efectos de la Caída? El Señor expulsó a Adán
del Jardín de Edén a causa de su desobediencia. Adán
padeció la muerte espiritual... Pero, he aquí, les digo que
el Señor Dios hizo a Adán la promesa de que no moriría
en cuanto a la muerte temporal sino hasta que Él enviara ¿Por qué fue el Salvador
enviado al mundo? El Maestro mismo contestó esa pregunta durante Su
ministerio cuando dijo: Para los Santos de los Últimos
Días, la salvación significa la liberación del cautiverio
y de las consecuencias del pecado por medio de acción divina, liberación
del pecado y de la condenación eterna mediante la expiación
de Cristo. Considero que en ningún otro lugar hay una mejor exposición
del plan de la Expiación que en los escritos de Jacob, que se encuentran
en el Libro de Mormón, en 2 Nefi, capítulo 9. Por esa razón
se lo menciono y los insto a leer una y otra vez esa valiosísima “¡Oh, la grandeza de la misericordia
de nuestro Dios, el Santo de Israel! Pues él libra a sus santos de
ese terrible monstruo, el diablo y muerte e infierno, y de ese lago de fuego
y azufre, que es tormento sin fin. Allí se define... la salvación
individual, que llega a cada persona, según su propia conducta y su
propia vida. [También] tenemos lo que llamamos la [salvación]
general, la cual llega a todas las personas sean buenas o malas, ricas o
pobres durante Por consiguiente, esas enseñanzas
básicas exponen claramente que, por medio del poder expiatorio, todo
el género humano puede salvarse, porque así como en Adán
todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados sin
excepción. Incluso los hijos de perdición que cometen el pecado
imperdonable serán resucitados junto con todos los demás de
la posteridad de ¿Por
qué el tener fe en Jesucristo y el ser obedientes nos permite recibir
todas las bendiciones de la Expiación? El hecho de que el conocimiento del
Salvador y de Su misión divina es de importancia fundamental lo puso
de relieve el Maestro en una ocasión en que, habiéndose reunido
los fariseos a su alrededor, como solían hacerlo, para intentar turbarle
o hacerle caer en una trampa, dijo: “¿Qué pensáis del
Cristo?” [Mateo 22:42]... Durante Su ministerio había
habido quienes, careciendo de fe, esparcieron comentarios con respecto al
Maestro. En su tierra En cambio... sus fieles discípulos,
como Pedro, por ejemplo, el principal de los apóstoles, dijo: “...Tú
eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16), y la fiel Marta:
“Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo,
el Hijo de Dios, que has venido al mundo” (Juan 11:27). Y otro de Sus discípulos,
Tomás, después de haber visto y tocado al Señor resucitado,
expresó poderosamente su testimonio con las sencillas palabras: “¡Señor
mío, y Dios mío!” [Juan 20:28]... Pienso ahora en dos hechos que contrastan.
Un estimado amigo mío recibió uno de esos funestos mensajes:
“Lamentamos comunicarle que su hijo ha resultado muerto en combate”. Fui
a su casa y allí encontré a la familia destrozada de dolor;
eran gente que poseía todo lo que se puede comprar con dinero: riquezas,
prestigio, las cosas que el mundo llamaría honorables, y, Comparé aquello con una escena que presencié en el Hospital LDS hace tan sólo unos seis meses cuando uno de nuestros amados y fieles presidentes de misión yacía internado allí muriendo lentamente. Aunque padecía un intensísimo dolor, sentía regocijo en el corazón puesto que sabía que los hombres suelen aprender, a través del dolor, la obediencia y el derecho a compenetrarse con Aquel que padeció más que lo que cualquiera de nosotros podría padecer. Él, también, conocía el poder del Señor resucitado. En el día de hoy debemos hacernos
la pregunta, en respuesta a lo que el Maestro preguntó a los de Su
época: “¿Qué pensáis El Señor nos bendecirá hasta el punto en que guardemos Sus mandamientos. Nefi... dijo: “Porque nosotros trabajamos diligentemente para escribir, a fin de persuadir a nuestros hijos, así como a nuestros hermanos, a creer en Cristo y a reconciliarse con Dios; pues sabemos que es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos” (2 Nefi 25:23). La sangre del Salvador, Su expiación, nos salvará, pero sólo después de que hayamos hecho cuanto podamos por salvarnos nosotros mismos al haber guardado Sus mandamientos. Todos los principios del Evangelio son principios que encierran una promesa si se obedecen, por medio de los cuales los planes del Todopoderoso se manifiestan a nosotros 8. Cada uno debe hacer cuanto pueda por salvarse del pecado; entonces puede reclamar las bendiciones de la redención del Santo de Israel, para que todo el género humano pueda salvarse, mediante la obediencia a las leyes y ordenanzas del Evangelio. Además, Jesús expió no sólo las transgresiones de Adán, sino también las de todo el género humano. Pero la redención de los pecados individuales depende del esfuerzo individual, puesto que cada uno será juzgado según sus obras. Las Escrituras explican claramente que, si bien todos serán resucitados, sólo los que obedezcan al Cristo recibirán las bendiciones mayores de la salvación eterna. Refiriéndose a Jesús, Pablo explicó a los hebreos que Él “vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:9)... Es mi humilde oración que todos
los hombres de todas partes comprendan más plenamente la importancia
trascendental de la expiación que efectuó el Salvador de todo
el género humano, que nos ha dado el plan de salvación que
nos conducirá a la vida eterna, donde Dios y Cristo moran 9. Sugerencias para el estudio y el análisis • ¿Cómo contestaría
usted a la pregunta: “¿Qué pensáis del Cristo?”. 1. “Fall of Man”, discurso dirigido
al personal de seminario e instituto de la Universidad Brigham Young, el
23 de junio de 1954, pág. 6, Archivo General del Departamento Histórico,
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
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